¿La religión y la ciencia defienden intereses contrapuestos?
No. Pero primero debemos establecer un marco de diferenciación de cada una.
La religión existe para saber la verdad, mientras que la ciencia es un
método para conocer la verdad. Por supuesto, nos referimos a la religión
verdadera y a la ciencia verdadera. No hay que olvidar que hay tanto
pseudorreligiones como pseudociencia.
¿Cuál es la religión verdadera? La que se sigue sabiendo que solo hay un
Creador y que el resto de seres que habitan en el universo son criaturas, y
adorando exclusivamente a El Creador, sin matices ni intermediarios.
¿Cuál es la ciencia verdadera? La que se practica en aras de saber la
verdad, sea dolorosa o no, sea conveniente o no, incluso siendo práctico o no.
¿Qué es falsa religión? La que se profesa sin fe, requisito sine qua non
para seguir la religión verdadera.
¿Qué es falsa ciencia? Es la que se practica para adaptar a cómo de lugar “verdades”
a una postura deseada y preestablecida de antemano.
Por otro lado, el método de establecimiento de verdades en la religión es
la revelación, que se concede a ciertos individuos que lo merecen. En cambio,
el método científico se basa en la reproducibilidad infalible de resultados,
por lo general sustentados en las matemáticas o en la química.
Así, las revelaciones verdaderas contienen verdades irrebatibles e inmutables,
como por ejemplo, la redondez de la Tierra, revelación realizada alrededor del
siglo VII a.C. (Isaías 40;22), lo que la ciencia corroboraría siglos después, mientras
que las verdades científicas suelen cambiar con el tiempo, como la causa de las
enfermedades infecciosas, que se creían causadas por espíritus malignos, o
quizás, en cambios que se daban en el organismo (la consecuencia por la causa).
Solo a partir del siglo XIX se llegó a
identificar a virus y bacterias.
Sin embargo, con religión y ciencia se puede establecer una verdadera
simbiosis. La religión suele ser punto de partida para conocer verdades
científicas, como la del ciclo del agua (Eclesiastés 1;7). Por su parte, la
ciencia corroboró la existencia de un alma que deja el cuerpo humano después de
la muerte de este. Incluso se determinó que pesaba 16 gramos.
En definitiva, religión y ciencia no son dos nociones naturalmente
contrapuestas, más bien suelen ser complementarias. Eso sí, siempre y cuando
persigan el mismo propósito de saber la verdad verdadera. En
caso contrario, se desvirtúa el propósito de cada una.
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