Algo muy importante: ¿Para qué le sirve a uno la fe? ¿Para qué le sirve a
uno decantarse por Yeovah, sin dudas ni ambigüedades?
Entre tantas otras cosas convenientes:
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Para que a uno le respeten su sexualidad natural
legítima: la heterosexualidad. Quien se decanta por El Creador no tiene que
practicar la homosexualidad, la bisexualidad, el bestialismo, el fetichismo
sexual, la sodomía, ni tiene por qué dejarse “castigar” sexualmente, ni tiene
por qué cambiar de sexo o dejar que le cambien el sexo a sus seres queridos.
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Para no morir
nunca de hambre o mengua. Los que estamos de parte de Yeovah ciertamente pasamos
por muchas y dificilísimas pruebas de fe, incluyendo carencias temporales que
nunca llegarán a empobrecer irremediablemente a los que tienen el coraje de
decantarse por quien uno debe decantarse: por Yeovah. No hay que olvidar que
estar de parte de Yeovah conlleva ulteriormente a una progresiva prosperidad
tanto material como espiritual.
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Para poder uno dedicarse a lo que quiera, siempre y
cuando sea una ocupación legítima. Quienes estamos verdaderamente, sin
dudas ni ambigüedades, de parte de El Creador, no tenemos que estar prostrados
en una cama, sin necesidad, sin hacer nada; no tenemos que volvernos vagos
maleantes.
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Para sobrevivir a las catástrofes. Los que estamos de
parte de Yeovah sobrevivimos a las catástrofes, lo que no pueden decir con
certeza los que no están de parte de El Creador. En caso de una catástrofe, la
salvación de cualquier persona se rige más o menos por un azar indescifrable.
Los que estamos de parte de Yeovah, no; y está garantizado. ¿Jesucristo resucitó?
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Para disfrutar de buena salud. Los que estamos de parte
de Yeovah gozamos de buena salud, tanto física, como mental y espiritual. Los que
estamos de parte de El Creador logramos poco a poco obtener un físico y unas condiciones
físicas maravillosas. Por otro lado, disfrutamos de la mejor condición mental
posible: la de los que no tememos a la muerte, la de los que sabemos de dónde
venimos, qué hacemos aquí y adónde vamos. Por último, aprendemos a apreciar la
vida en su plenitud: aprendemos a disfrutar de la creación y del talento verdadero
en su esencia y en toda su magnitud estética, así como en el deleite legítimo.
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Para obtener conocimientos y talentos maravillosos. Esto
llega con la fe. Los que estamos de parte de Yeovah llegamos a desarrollar
talentos y obtener conocimientos que de otra manera serían muy difíciles de
obtener. No pretendo decir con esto que solo las personas de fe tienen talento
y conocimientos del mundo, pero a los que tenemos fe se nos revelan
conocimientos, y el debido entendimiento, de cosas que cada día nos vuelven más
sabios y felices. Sin embargo, no es gratuito. Los que deseamos desarrollar
talento y obtener conocimientos claves en la vida, practicamos muchísimos y
buscamos muchísimo. Eso sí, la fe es una llave que abre puertas que más nada
abre.
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Para abrir puertas que más nada puede abrir. Por ejemplo,
los que estamos realmente de parte de Yeovah no tenemos que robar, ni
matar, ni engañar, ni estafar, ni practicar corruptelas, ni sobornar, ni
sacrificar a nadie para lograr cosas. Eso sí, hay que ser paciente; pero las
cosas, de que se dan, se dan.
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Y por último, ¿Crees en la trascendencia del alma? Yo sí.
El Mesías también.
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