¿Consejos para triunfar en la fe?
Como hombre de fe puedo dar dos grupos de consejos para triunfar en la guerra
que “los diablitos del mundo y del más allá” hacen a las personas de fe.
El primer grupo de consejos es para ganar cada una de las escaramuzas y
batallas contra “los diablitos del mundo y del más allá”:
1. Cuestionarse y apartarse de ciertas tradiciones. Las tradiciones suelen ser prácticas convertidas en cultura, y por la cultura pierde mucha gente. Sobre todo advierto sobre prácticas sangrientas pseudorreligiosas, prácticas infernales infiltradas que se han vuelto cultura, cultura infernal lamentablemente disfrazada de sagrada.
2. No creerse superpoderoso. Hay cargas que son, si no imposibles, muy difíciles de sobrellevar. Hay votos que son incumplibles. Sin caer en la inmoralidad ni en verdaderas transgresiones, créelo, El Creador te comprenderá. Más te conviene ganar que dejarte vencer por lo imposible.
3. Jesucristo, Abraham, Moisés, etc. son irrepetibles. Me explico: Tú eres tú, y tus pruebas y capacidades serán tus pruebas y capacidades. Las de ellos fueron las de ellos. No lo olvides.
4. No aceptes como tuyos los malos pensamientos, las malas intenciones o las malas acciones que son o fueron verdaderamente de otros.
5. Perdonarse: Hay que entender que se es humano y que los humanos a veces nos equivocamos. Eso sí, perdonarse sin recaer. Como dijo el Mesías más o menos: “Tus pecados te son perdonados. No vuelvas a pecar”.
6. Recuerda bien esto: “Los diablitos del mundo y del más allá” no harán contigo lo que quieran, sino lo que puedan. Por ejemplo, quien está de parte de El Creador no puede ser asesinado, a menos que vaya a resucitar a los pocos días, prueba que ya pasó Jesucristo (ver consejo 3).
7. Toda escaramuza, toda batalla y la guerra en sí de “los diablitos del mundo y del más allá” contra la fe tienen un comienzo y un final. Podrían tardar más o menos, pero de que tendrán un final lo tendrán.
1. Cuestionarse y apartarse de ciertas tradiciones. Las tradiciones suelen ser prácticas convertidas en cultura, y por la cultura pierde mucha gente. Sobre todo advierto sobre prácticas sangrientas pseudorreligiosas, prácticas infernales infiltradas que se han vuelto cultura, cultura infernal lamentablemente disfrazada de sagrada.
2. No creerse superpoderoso. Hay cargas que son, si no imposibles, muy difíciles de sobrellevar. Hay votos que son incumplibles. Sin caer en la inmoralidad ni en verdaderas transgresiones, créelo, El Creador te comprenderá. Más te conviene ganar que dejarte vencer por lo imposible.
3. Jesucristo, Abraham, Moisés, etc. son irrepetibles. Me explico: Tú eres tú, y tus pruebas y capacidades serán tus pruebas y capacidades. Las de ellos fueron las de ellos. No lo olvides.
4. No aceptes como tuyos los malos pensamientos, las malas intenciones o las malas acciones que son o fueron verdaderamente de otros.
5. Perdonarse: Hay que entender que se es humano y que los humanos a veces nos equivocamos. Eso sí, perdonarse sin recaer. Como dijo el Mesías más o menos: “Tus pecados te son perdonados. No vuelvas a pecar”.
6. Recuerda bien esto: “Los diablitos del mundo y del más allá” no harán contigo lo que quieran, sino lo que puedan. Por ejemplo, quien está de parte de El Creador no puede ser asesinado, a menos que vaya a resucitar a los pocos días, prueba que ya pasó Jesucristo (ver consejo 3).
7. Toda escaramuza, toda batalla y la guerra en sí de “los diablitos del mundo y del más allá” contra la fe tienen un comienzo y un final. Podrían tardar más o menos, pero de que tendrán un final lo tendrán.
El segundo grupo de consejos es para definitivamente imposibilitar a “los
diablitos del mundo y del más allá” que te ganen:
1. Por ninguna causa te creas nacido para perder, sea la causa física, psicológica, socioeconómica, étnica, cultural, racial, etc. (Sin embargo, ver de grupo de consejos 1, consejo 1).
2. Por ninguna causa aceptes que la fe es una causa política, pero tampoco seas políticamente indolente pues el infierno está muy metido en ella. Es más, te daré un consejo de vida o muerte: uno debe defender la fe hasta la muerte, pero nunca matar por ella.
3. No caigas en la trampa de que la fe es un asunto fantasioso u ocultista parecido a una conversación de intoxicados con drogas, en pleno trance químico. La fe es esencialmente un asunto para este mundo, aquí y ahora. Comienza a pensar en el más allá solo cuando estés a punto de irte “al más allá”.
4. Nunca olvides que al dejarse vencer por “los diablitos” saldrán perdiendo, en primer lugar, tú y tu hombría o feminidad; luego tu familia, tu cultura (si es bonita), la sociedad y la humanidad en general.
5. No dudes de que al ponerte de parte de El Creador te llegará inmediatamente protección, guía, sabiduría y fortaleza.
1. Por ninguna causa te creas nacido para perder, sea la causa física, psicológica, socioeconómica, étnica, cultural, racial, etc. (Sin embargo, ver de grupo de consejos 1, consejo 1).
2. Por ninguna causa aceptes que la fe es una causa política, pero tampoco seas políticamente indolente pues el infierno está muy metido en ella. Es más, te daré un consejo de vida o muerte: uno debe defender la fe hasta la muerte, pero nunca matar por ella.
3. No caigas en la trampa de que la fe es un asunto fantasioso u ocultista parecido a una conversación de intoxicados con drogas, en pleno trance químico. La fe es esencialmente un asunto para este mundo, aquí y ahora. Comienza a pensar en el más allá solo cuando estés a punto de irte “al más allá”.
4. Nunca olvides que al dejarse vencer por “los diablitos” saldrán perdiendo, en primer lugar, tú y tu hombría o feminidad; luego tu familia, tu cultura (si es bonita), la sociedad y la humanidad en general.
5. No dudes de que al ponerte de parte de El Creador te llegará inmediatamente protección, guía, sabiduría y fortaleza.
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