domingo, 11 de diciembre de 2016

¿Consejos para triunfar en la fe?

Como hombre de fe puedo dar dos grupos de consejos para triunfar en la guerra que “los diablitos del mundo y del más allá” hacen a las personas de fe.
El primer grupo de consejos es para ganar cada una de las escaramuzas y batallas contra “los diablitos del mundo y del más allá”:

1. Cuestionarse y apartarse de ciertas tradiciones. Las tradiciones suelen ser prácticas convertidas en cultura, y por la cultura pierde mucha gente. Sobre todo advierto sobre prácticas sangrientas pseudorreligiosas, prácticas infernales infiltradas que se han vuelto cultura, cultura infernal lamentablemente disfrazada de sagrada.
2.   No creerse superpoderoso. Hay cargas que son, si no imposibles, muy difíciles de sobrellevar. Hay votos que son incumplibles. Sin caer en la inmoralidad ni en verdaderas transgresiones, créelo, El Creador te comprenderá. Más te conviene ganar que dejarte vencer por lo imposible.
3.   Jesucristo, Abraham, Moisés, etc. son irrepetibles. Me explico: Tú eres tú, y tus pruebas y capacidades serán tus pruebas y capacidades. Las de ellos fueron las de ellos. No lo olvides.
4.   No aceptes como tuyos los malos pensamientos, las malas  intenciones o las malas acciones que son o fueron verdaderamente de otros.
5.    Perdonarse: Hay que entender que se es humano y que los humanos a veces nos equivocamos. Eso sí, perdonarse sin recaer. Como dijo el Mesías más o menos: “Tus pecados te son perdonados. No vuelvas a pecar”.
6.   Recuerda bien esto: “Los diablitos del mundo y del más allá” no harán contigo lo que quieran, sino lo que puedan. Por ejemplo, quien está de parte de El Creador no puede ser asesinado, a menos que vaya a resucitar a los pocos días, prueba que ya pasó Jesucristo (ver consejo 3).
7.    Toda escaramuza, toda batalla y la guerra en sí de “los diablitos del mundo y del más allá” contra la fe tienen un comienzo y un final. Podrían tardar más o menos, pero de que tendrán un final lo tendrán.

El segundo grupo de consejos es para definitivamente imposibilitar a “los diablitos del mundo y del más allá” que te ganen:

1. Por ninguna causa te creas nacido para perder, sea la causa física, psicológica, socioeconómica, étnica, cultural, racial, etc. (Sin embargo, ver de grupo de consejos 1, consejo 1).
2. Por ninguna causa aceptes que la fe es una causa política, pero tampoco seas políticamente indolente pues el infierno está muy metido en ella. Es más, te daré un consejo de vida o muerte: uno debe defender la fe hasta la muerte, pero nunca matar por ella.
3. No caigas en la trampa de que la fe es un asunto fantasioso u ocultista parecido a una conversación de intoxicados con drogas, en pleno trance químico. La fe es esencialmente un asunto para este mundo, aquí y ahora. Comienza a pensar en el más allá solo cuando estés a punto de irte “al más allá”.
4. Nunca olvides que al dejarse vencer por “los diablitos” saldrán perdiendo, en primer lugar, tú y tu hombría o feminidad; luego tu familia, tu cultura (si es bonita), la sociedad y la humanidad en general.
5. No dudes de que al ponerte de parte de El Creador te llegará inmediatamente protección, guía, sabiduría y fortaleza.

lunes, 7 de noviembre de 2016

¿Una Persona de Fe puede ser rica o poderosa? Depende.

“¿Depende de qué?” no es la pregunta correcta. La pregunta correcta es “¿Para qué?”.
Si alguien quiere ser adinerado o poderoso para “vivir la vida loca”: no. Una Persona de Fe no puede amar al dinero, a los honores o al poder en sí, pues los que aman al dinero, a los honores o al poder en sí están dispuestos a cualquier estupidez peligrosa para obtenerlos (entiéndanse como “estupideces peligrosas” matar, sacrificar a seres queridos o no, dejarse cambiar la sexualidad natural, venderle el alma a los demonios infernales y demás malandraje, lo que es peligroso no solo para sí mismo, sino para los demás también, y además ello contribuye con la descomposición de la sociedad y de la humanidad: un precio muy caro para todos).
Ahora bien, si alguien quiere ser adinerado o poderoso para contribuir con el verdadero bienestar de la sociedad y de la humanidad: bienvenidos sean el dinero o el poder.
¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad ser holgazán? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad ser vicioso? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad sacar a unos del poder para simplemente poner a otros ansiosos por el poder? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad el revanchismo político, social, cultural, étnico o racial? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad dejar que grupos de malandros se impongan sobre el resto de la sociedad? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad desencadenar exterminios humanos? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad querer acabar con la religión? ¡IMPOSIBLE!
Contribuir con el bienestar de la sociedad y de la humanidad en general es promover la prosperidad, no solo sensatamente en cuanto a lo material, sino también en cuanto a lo espiritual: hay que aprender a ser material y espiritualmente prósperos.
Con materialmente prósperos me refiero a la satisfacción de  necesidades reales de alimentación, vestido, vivienda, seguridad y confort. Con espiritualmente prósperos me refiero no solamente a decidir sensata y convenientemente estar de parte de El Creador, sino también a saber satisfacer decente y responsablemente las necesidades mencionadas.
Para ser una Persona de Fe, sea que se quiera ser adinerada o poderosa, o no, uno debe decidir sensata y convenientemente estar de parte de El Creador, y querer sensatamente ser próspero tanto material como espiritualmente.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Sobre quiénes somos las personas de fe

Una respuesta muy importante a una pregunta sobre la fe: ¿Cómo saber que alguien es una persona de fe?
Si bien la pregunta podría parecer muy compleja, la respuesta es muy sencilla: una persona de fe está de parte de y adora exclusivamente a la única Deidad: Yeovah, como lo indican el Mesías y los profetas (no doy otro nombre pues no me consta, aunque yo también lo llamo, por razones obvias, El Creador, lo que parece no molestarle, pues no me he separado de Yeovah).
Por otra parte, una persona de fe no practica la magia ni hace brujerías ni nada por el estilo. El empleo de la magia, brujería, hechicería, o como le llamen, es el fruto prohibido que provocó las muertes de Adán y Eva. Entiéndase, ¿Quién o quienes te dieron esos conocimientos, de esa manera, y a cambio de qué? ¿No basta con pedirle a Yeovah lo que uno quiere o necesita, como hacía el Mesías en su época y ahora hacemos las demás personas de fe? ¿Para qué solicitar la ayuda o mediación de otro ser «poderoso», sea elemental (seres invisibles de la naturaleza según algunos ocultistas) o ¡ángel!, etc. si uno está de parte de quien todo lo puede y, como me consta, repito, me consta, ayuda a uno cuando uno Lo necesita, es decir, oye a uno? ¿Para qué invocar poderes, etc. si se tiene fe, que es un poder de por sí? Esto, por cierto, es algo que solo nos consta a los que tenemos fe.
Una persona de fe no pertenece a sectas o grupos ocultistas ¿Para qué podría esconder una persona de fe el hecho de pertenecer a una secta o grupo religioso, filosófico o algo así? Igualmente, una persona de fe vive libre de vicios como el tabaco, el alcohol, las drogas etc. y tiene que haber superado y superar todas las pruebas que le hayan puesto o pongan, manteniéndose fiel a Yeovah. Una persona de fe puede tener como guía al Mesías y/o a otro/s profeta/s (enviados por cierto por Yeovah a indicar el camino, con sus obras y mensajes exclusivamente), sin adorar a estos, sino a Yeovah, como tanto el Mesías como los profetas lo prescriben. Por cierto, ¿Tú vendrías a buscar y salvar a un traidor que dice estar contigo pero ¡te sacó el cuerpo y se entregó! a tu enemigo, para luego ¡hacerle la guerra a los que están contigo! y conscientemente haciendo de carne de cañón a favor de tu enemigo?
Una persona de fe no es perfecta, ni tiene por qué serlo, pero no es alguien que tenga algo contra Yeovah ni es alguien que practique la homosexualidad, la bisexualidad, la sodomía, el bestialismo, el fetichismo o algún otro tipo de perversión sexual (otras pruebas aún más fehacientes que delatan a quienes no están de parte de Yeovah, como se denuncia en la Biblia).
En pocas palabras, una persona de fe está de verdad de parte de la única Deidad: Yeovah (o como yo le llamo: El Creador), y así se demuestra en su vida: una vida libre de prácticas mágicas -o como le llamen-, libre igualmente de ocultismos, vicios y  perversiones sexuales.



P.S.: Quien quiera estar de parte de Yeovah y disfrutar el privilegio de ser una persona de fe debe, en primer lugar, dejar todas esas prácticas y pertenencias mencionadas arriba, prácticas y pertenencias que conducen inmediata e inequívocamente a la perdición. Luego debe pronunciarse de parte de Yeovah y mantenerse fiel.

martes, 23 de agosto de 2016

Fines y objetivos de este blog sobre la Fe

   Hay muchas personas que se autodenominan como personas de fe. Sin embargo, para poder alguien autodenominarse "persona de fe" tiene que haber pasado las pruebas que pasaron las personas de fe, y tener como deidad a una única Deidad, como la tuvieron las personas de fe, y ser aprobados como personas de fe, con sus bendiciones, por la Deidad.
   ¿Quiénes son las "Personas de Fe"? Abraham, Isaac, Jacob, David y Jesucristo, entre otros. Estos, como bien está documentado en la Biblia, pasaron por las pruebas de fe y adoraban (adoran) a una única deidad: a Yeovah.
   Quien escribe este blog, sin considerarse de la talla de un Abraham, de un Isaac, de un Jacob, de un David o de un Jesucristo ha pasado por muchas de las pruebas que estos pasaron. Me explico: no soy ningún mensajero, enviado, profeta o alguien muy especial con una "gran obra espiritual" por cumplir. Sin embargo, por haber pasado y resistido por años por muchas de esas pruebas me constan en carne propia, y en el alma, las verdades y no verdades (que las hay) en la Biblia.
   Quien escribe este blog no lo hace para fundar una nueva religión, pues la religión ya existe. Quien escribe esto no tiene nada que añadir o quitarle esencialmente a los mensajes del Mesías ni a los de los profetas. Quien escribe este blog no lo hace para cobrar dinero ni para vivir de ello: soy Licenciado en Traducción, empresario, investigador, inventor y docente. Quien escribe este blog lo hace para comunicar a quien pueda interesar lo que le consta sobre los asuntos bíblicos y de fe. Quien escribe esto es un ser humano originalmente como cualquier otro, con virtudes y defectos, aunque genuinamente cristiano, por supuesto, de parte de Yeovah, sin ninguna adoración especial y sin considerar "adorable" a ningún otro ser, sea ángel, enviado o lo que sea, ni pertenece a ninguna organización religiosa, ideológica, filosófica o política. 
   Quien escribe esto no es estrictamente literalista en la interpretación de asuntos bíblicos. Quien escribe esto tampoco es estrictamente "predeterminista", ni considera el cristianismo como la única vía hacia la fe, aunque es la vía que recomiendo, por ser la vía efectiva que me consta.
   Espero que quienes lean esto puedan compartir, si de verdad lo quieren y tienen el coraje de hacerlo, la bendición de ser Persona de Fe.