Un enigma de fácil comprensión ¿Qué es la religión, y qué no?
Por una parte, la religión es ante todo un conjunto de normas prácticas
para el correcto equilibrio del hombre con el universo, con la naturaleza y con
los demás seres, humanos o no, incluyendo equilibrio consigo mismo y con la
divinidad.
La religión ayuda al hombre a comprender de dónde se viene, qué se es, qué
se hace aquí y adónde se va. La religión da sentido a la vida.
La religión “civiliza”, si entendemos por “civilización” el hecho de no ser
salvajes, despiadados, desequilibrados. Con ayuda de la religión, y de sus influencias
culturales, el hombre se culturiza, se desbestializa, en otras palabras, se humaniza.
Por otra parte, la religión no debe ser un medio para obtener poder o
dinero. La religión no debe ser un medio para tiranizar a alguien o a pueblos. La
religión no esclaviza, todo lo contrario, la religión libera, a los honestos en
ella, de todo tipo de cadenas de opresión psicológica, ideológica, política,
económica, pseudocultural o pseudomoral: la religión libera de toda cadena de
opresión del salvajismo.
En conclusión, religión es libertad. Eso sí, así como todo ser tiene
derecho a la libertad, también tiene el deber de ser responsable, de ser legítimamente
inocuo.