lunes, 7 de noviembre de 2016

¿Una Persona de Fe puede ser rica o poderosa? Depende.

“¿Depende de qué?” no es la pregunta correcta. La pregunta correcta es “¿Para qué?”.
Si alguien quiere ser adinerado o poderoso para “vivir la vida loca”: no. Una Persona de Fe no puede amar al dinero, a los honores o al poder en sí, pues los que aman al dinero, a los honores o al poder en sí están dispuestos a cualquier estupidez peligrosa para obtenerlos (entiéndanse como “estupideces peligrosas” matar, sacrificar a seres queridos o no, dejarse cambiar la sexualidad natural, venderle el alma a los demonios infernales y demás malandraje, lo que es peligroso no solo para sí mismo, sino para los demás también, y además ello contribuye con la descomposición de la sociedad y de la humanidad: un precio muy caro para todos).
Ahora bien, si alguien quiere ser adinerado o poderoso para contribuir con el verdadero bienestar de la sociedad y de la humanidad: bienvenidos sean el dinero o el poder.
¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad ser holgazán? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad ser vicioso? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad sacar a unos del poder para simplemente poner a otros ansiosos por el poder? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad el revanchismo político, social, cultural, étnico o racial? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad dejar que grupos de malandros se impongan sobre el resto de la sociedad? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad desencadenar exterminios humanos? No. ¿Es contribuir con el bienestar de la humanidad querer acabar con la religión? ¡IMPOSIBLE!
Contribuir con el bienestar de la sociedad y de la humanidad en general es promover la prosperidad, no solo sensatamente en cuanto a lo material, sino también en cuanto a lo espiritual: hay que aprender a ser material y espiritualmente prósperos.
Con materialmente prósperos me refiero a la satisfacción de  necesidades reales de alimentación, vestido, vivienda, seguridad y confort. Con espiritualmente prósperos me refiero no solamente a decidir sensata y convenientemente estar de parte de El Creador, sino también a saber satisfacer decente y responsablemente las necesidades mencionadas.
Para ser una Persona de Fe, sea que se quiera ser adinerada o poderosa, o no, uno debe decidir sensata y convenientemente estar de parte de El Creador, y querer sensatamente ser próspero tanto material como espiritualmente.