lunes, 26 de septiembre de 2016

Sobre quiénes somos las personas de fe

Una respuesta muy importante a una pregunta sobre la fe: ¿Cómo saber que alguien es una persona de fe?
Si bien la pregunta podría parecer muy compleja, la respuesta es muy sencilla: una persona de fe está de parte de y adora exclusivamente a la única Deidad: Yeovah, como lo indican el Mesías y los profetas (no doy otro nombre pues no me consta, aunque yo también lo llamo, por razones obvias, El Creador, lo que parece no molestarle, pues no me he separado de Yeovah).
Por otra parte, una persona de fe no practica la magia ni hace brujerías ni nada por el estilo. El empleo de la magia, brujería, hechicería, o como le llamen, es el fruto prohibido que provocó las muertes de Adán y Eva. Entiéndase, ¿Quién o quienes te dieron esos conocimientos, de esa manera, y a cambio de qué? ¿No basta con pedirle a Yeovah lo que uno quiere o necesita, como hacía el Mesías en su época y ahora hacemos las demás personas de fe? ¿Para qué solicitar la ayuda o mediación de otro ser «poderoso», sea elemental (seres invisibles de la naturaleza según algunos ocultistas) o ¡ángel!, etc. si uno está de parte de quien todo lo puede y, como me consta, repito, me consta, ayuda a uno cuando uno Lo necesita, es decir, oye a uno? ¿Para qué invocar poderes, etc. si se tiene fe, que es un poder de por sí? Esto, por cierto, es algo que solo nos consta a los que tenemos fe.
Una persona de fe no pertenece a sectas o grupos ocultistas ¿Para qué podría esconder una persona de fe el hecho de pertenecer a una secta o grupo religioso, filosófico o algo así? Igualmente, una persona de fe vive libre de vicios como el tabaco, el alcohol, las drogas etc. y tiene que haber superado y superar todas las pruebas que le hayan puesto o pongan, manteniéndose fiel a Yeovah. Una persona de fe puede tener como guía al Mesías y/o a otro/s profeta/s (enviados por cierto por Yeovah a indicar el camino, con sus obras y mensajes exclusivamente), sin adorar a estos, sino a Yeovah, como tanto el Mesías como los profetas lo prescriben. Por cierto, ¿Tú vendrías a buscar y salvar a un traidor que dice estar contigo pero ¡te sacó el cuerpo y se entregó! a tu enemigo, para luego ¡hacerle la guerra a los que están contigo! y conscientemente haciendo de carne de cañón a favor de tu enemigo?
Una persona de fe no es perfecta, ni tiene por qué serlo, pero no es alguien que tenga algo contra Yeovah ni es alguien que practique la homosexualidad, la bisexualidad, la sodomía, el bestialismo, el fetichismo o algún otro tipo de perversión sexual (otras pruebas aún más fehacientes que delatan a quienes no están de parte de Yeovah, como se denuncia en la Biblia).
En pocas palabras, una persona de fe está de verdad de parte de la única Deidad: Yeovah (o como yo le llamo: El Creador), y así se demuestra en su vida: una vida libre de prácticas mágicas -o como le llamen-, libre igualmente de ocultismos, vicios y  perversiones sexuales.



P.S.: Quien quiera estar de parte de Yeovah y disfrutar el privilegio de ser una persona de fe debe, en primer lugar, dejar todas esas prácticas y pertenencias mencionadas arriba, prácticas y pertenencias que conducen inmediata e inequívocamente a la perdición. Luego debe pronunciarse de parte de Yeovah y mantenerse fiel.